La Tradición del Cacao Colombiano Florece en Rionegro, Santander

Artículo Publicado el Martes, 19 de Junio de 2018

Rionegro, Santander: Un Rincón de Encanto y Cacao

Hace más de dos siglos, específicamente 213 años atrás, Rionegro, Santander, encontró sus raíces. Este pueblo, a tan solo cuarenta minutos de Bucaramanga, se ha labrado un nombre en medio de la belleza y la tradición colombiana.

«No cambiaría la vida en las tierras rurales colombianas por nada. La paz que se encuentra aquí es incomparable», comenta Noema Torres Gómez, residente de la vereda Honduras y orgullosa habitante de una de las 92 veredas que engalanan Rionegro.

Rionegro ha crecido con el tiempo, convirtiéndose en el cuarto productor de cacao en el departamento y un pilar fundamental de su despensa. En esta tierra fértil, el cacao se exporta a destinos tan lejanos como Asia y Europa. «Esta industria está implementando proyectos agroindustriales en la zona», comparte Noema Torres Gómez, quien también lidera una de las 10 asociaciones de víctimas en la región.

A pesar de su rica producción de cacao, Rionegro no se limita a eso. Es también famoso por sus cítricos, aguacates, café y una espectacular laguna conocida como el «León Dormido de América». Allí se teje un relato asombroso que involucra una laguna, un león, una serpiente, una casa dorada y un devoto campesino. Esta historia está en el corazón de los 30,000 residentes de Rionegro.

El 80% de la población de Rionegro reside en sus veredas, y solo el 20% en el área urbana. Su extenso territorio colinda con once municipios vecinos, tres de los cuales pertenecen a diferentes departamentos (Norte de Santander y Cesar).

En el parque principal de la ciudad, se alza un monumento singular al campesino, construido a partir de chatarra y herramientas agrícolas. En una inusual hazaña, Rionegro es el único municipio del país con su propio «Santuario del Cacao», ubicado en el barrio La Cruz, donde se ofrecen recorridos y visitas guiadas. Allí, una impresionante colección de 38 piezas originales de comunidades indígenas locales celebra la rica historia del cacao en la región.

Con nueve corregimientos y noventa y dos veredas, Rionegro es un crisol de tradiciones, proyectos y una música cautivante. Durante enero, el Festival del Río inunda las calles con celebraciones, y los acantilados fluviales se llenan de entusiastas preparando los platos más emblemáticos de la región.

Rionegro se divide en dos: el Rionegro Bajo, donde la palma, la ganadería y el petróleo son protagonistas; y el Rionegro Alto, un paraíso para los cítricos, el cacao, el café y el aguacate.

Sus casas, pintorescas y hechas de barro, rinden homenaje al estilo español y dan vida al tejido colorido de la comunidad.

Este es el espíritu de Rionegro, un lugar donde la tradición se entrelaza con la belleza natural, la riqueza cultural y la pasión por el cacao. Un viaje a este municipio situado en medio de montañas y carreteras hacia la costa colombiana es una invitación a experimentar la auténtica Colombia.

Fuente: Radio Nacional de Colombia

Imagen cortesia de: vanguardia.com